- Álvaro Valverde
- Álvaro Valverde (Plasencia, 1959) A modo de poéticas 1. Creo, con César Simón, que "la poesía es, antes que nada, un carácter"; que "existe como una forma de vida". Tres viajeros van por una carretera. Uno de ellos repara en una casa derruida que tiene ante su puerta unos cuantos frutales florecidos. Uno de los tres comprende de inmediato que esa imagen es símbolo del paso irreparable del tiempo y de la historia. Sólo uno, en fin, quizá más tarde, hablará en "un poema de su visión acerca de esas ruinas". Como otros con el ajedrez, el fútbol o la papiroflexia, encuentro en la poesía un método de conocimiento de mí mismo y del mundo, una manera de decir y de decirme, de entender y de entenderme, de mirar, en suma. Con todo, convendría recordar aquí una reflexión complementaria de Francisco Brines: "El poeta sólo existe cuando escribe, y en los restantes momento es sólo el hombre que es". Nada más triste, añado, que ir "de poeta" por la vida. 2. A la defensiva de críticos de salón, con frustrada vocación de entomólogos, he elegido el término de "poesía de la meditación" para referirme a la tradición que me es más propia; una manera de decir que siempre ha atendido al pensamiento y que tendría en Jorge Manrique y Francisco de Quevedo, en Wordsworth y Leopardi, en Miguel de Unamuno (que la nombró) o Luis Cernuda, algunos de sus más notables y certeros representantes. 3. El poeta cubano Eliseo Diego escribió que un poema es "una conversación en la penumbra". A ese tono confidencial de lo dicho en voz baja, entre amigos, como quien va desgranando una idea, tal vez un pensamiento, quiere adaptarse mi voz.
Enciclopedia Universal. 2012.